Aunque el tema de subrayar y marcar los libros parece inofensivo, entre lectores, puede resultar ser una verdadera bomba de relojería. Como todos sabemos, hay gente para todo (y por tanto, opiniones para todo). ¿Puede un lector que realiza anotaciones ser un amante de los libros?
En cierto modo, para muchos marcar un libro se asemeja a un intento de asesinato. Para éstos es preferible observar el libro impoluto, limpio, tal cuál se compró.
Sin embargo, para ciertos lectores un libro no es realmente suyo si no está anotado (yo me incluyo entre ellos). Para nosotros, coger un libro al azar de nuestra estantería y observar las antiguas anotaciones realizadas nos lleva a recordar el momento en el que lo leímos; recordando así lo que nos hizo sentir y vivir. Pero esto no quiere decir que nos guste destrozar los libros, ni mucho menos.
Hay muchísimas formas de marcar un libro. Esto, en ocasiones, lleva a que los nuevos lectores que deciden subrayar sus libros no sepan por donde empezar. Por ello, os voy a mostrar a continuación las más frecuentes:
Post- it
Tranquilos; el empleo de post-it no daña en ningún momento el libro. Además, hay gran cantidad de tamaños, materiales y colores. Por lo que se puede elegir a gusto del consumidor.
Cada color o tipo de post-it puede hacer referencia a una marca diferente, por ejemplo:
- A la hora de señalar una página en la que aparece una cita importante para mi, utilizo un post-it de un determinado color.
LÁPIZ
Cada cita, palabra que no conozco o cualquier párrafo que me guste o me identifique lo subrayo con lápiz. El lápiz se va. Coges un borrador y listo. Por lo que es una buena opción para aquellos que no quieren marcar el libro permanentemente.
SUBRAYADOR
Para los más atrevidos están los subrayadores. Los hay de miles de colores. Para mí es demasiado por lo tanto no los uso, pero muchos marcan sus libros de colores sin ningún problema.
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